Platón vino al mundo en el año 427 a.C. Nació en Atenas, que en aquellos tiempos era la ciudad-estado más poderosa de la Antigua Grecia, situación que entró en declive a lo largo del periodo en que vivió nuestro gran filósofo. Durante la infancia y juventud de Platón tuvo lugar uno de los periodos más agitados y tristes de la historia de Atenas: La democracia, que era la forma de gobierno que regía entonces, se vio afectada por una crisis debido a la corrupción que infectaba sus filas y al hecho de que el Consejo estuviera dividido en dos: un sector proclive a la democracia y otro a favor de la instauración de un sistema oligárquico. Aprovechando esta coyuntura, en el año 404 a.C., Esparta se enfrento a Atenas en las llamadas Guerras del Peloponeso, en las que esta última fue derrotada y sometida al gobierno que impusieron los espartanos, una oligarquía formada por 30 atenienses, llamada el “Gobierno de los Treinta Tiranos”. Entre los treinta, había dos que eran familia directa de Platón. El filósofo opinaba de que este gobierno salvaría a Atenas de la injusticia, pero esta ilusión se desintegró al observar que los tiranos se dedicaban únicamente a atemorizar y a perseguir a los demócratas, intentando, sin éxito, implicar a Sócrates, maestro de Platón, en algunos de sus actos. Un año mas tarde, Trasíbulo, gracias a una revuelta popular, consiguió derrocar la oligarquía y reinstaurar la democracia, que cometió la injusticia de condenar a muerte a Sócrates por "impiedad". Este último hecho tuvo grandes repercusiones en el pensamiento de Platón, pues éste consideraba a su maestro como el más justo de los hombres. A raíz de estos acontecimientos, Platón postuló que la única forma de “curar” al gobierno, era otorgando los cargos políticos a aquellos que buscan el saber; que la única forma de gobierno capaz de gobernar el Estado con justicia, sería una formada por filósofos. Con la muerte de Sócrates, Platón tomó la decisión de no dedicarse a la política de forma activa, labor para la que se había preparado durante toda su vida.
Lluis Castillo Tomás